5 años después sentí que lo volvía a necesitar.

Bonjour,diario.
                        Y pensar que hace 5 años que te he dejado abandonado en una cajita con esencia a vainilla.
Creer que precisamente te necesito en estos momentos a ti.
Como me gustaría que su mirada verde bosque me despertara por las mañanas,quitándome el sueño.
Cuando recuerdo sus besos caramelizados,el mundo se me viene abajo por que recuerdo que él ya no está.
Mientras que estaba soñando despierta,alguien tocó la puerta,corrí a abrir a todo vapor.
-Olivia,¿pero que te pasa?-dije viendo a sus ojos gimotear.
-Madison,el ya no me quiere,se va a París y conseguirá a alguien mejor que yo.
-No llores,ya sabes que son daños que te regala la vida,antes o después,cuando a el destino le apetece hacerle malas jugadas a alguien,tu ya sabes a lo que me refiero.
-Ya,pero es que le quería tanto y le sigo queriendo,lo siento destino,pero no puedo darme por vencida.
Esa,no era Olivia,aquella chica que sonreía a todas horas por nada,esa que tenía algo en especial,esa no era ella,su rostro cambió su careta de toda la vida.
No podía ser Olivia,no,lo que iba a hacer no se lo podía permitir,verla con el mechero en la mano a punto de entrar en una adicción a aquellas inmensas bocanadas que iban a salir en cualquier momento de sus dulces labios de azúcar.
No la reconocía.
Por culpa de un chico no iba a permitir que su rumbo cambiara,no,nada de eso,Madison piensa.
Tiene que haber alguna forma,¡ya se!
Y una vez más debo de darte las gracias a ti,pequeña cabecita.

3 comentarios:

  1. Aquellas caladas que dará, le perjudicarán y marcarán su vida con dos o tres huellas. Espero que Madison lo arregle pronto. ¡Os sigo pequeñas! Bonito blog y ya sabéis, pasaros por el mío ;)

    ResponderEliminar
  2. ;)
    Gracias pequeña,el tuyo nos encanta ya te seguimos <3
    besos.

    ResponderEliminar
  3. Pbre Olivia, madison animo animooo!
    un mordisquito dulce. y esta genial la historiaa(;

    ResponderEliminar